Jesús Monge

Pintor

El objetivo que persigo en mi obra es extraer al máximo la atmósfera que encierran las imágenes, descubrir la belleza de lo cotidiano y exponerla al espectador, que a menudo se sorprende al encontrarse con esos rincones de su ciudad que habitualmente pasan inadvertidos. Circunstancia ésta quizás forzada por el ritmo que nuestro tiempo nos obliga a mantener. Tengo la ventaja de disponer de este tiempo necesario mientras ejecuto la obra, para descubrir todos esos elementos aparentemente ocultos.
Por otro lado intento que mi obra pueda ser contemplada por el máximo espectro de público, independientemente de su percepción artística. Procuro pintar imágenes atractivas. Para mí la pintura la entiendo como un lenguaje universal por el que todo aquel que la observa descubra esas sensaciones  que trato de captar.
Los dos géneros que más me gusta pintar son la figura y el paisaje, porque yo entiendo que lo  más importante de un cuadro es que pueda transmitir sensaciones y  expresión.  La figura la he pintado menos por la difícil justificación que tiene. Y en el paisaje uno de los temas que más trabajo es el urbano.  La mayor parte de ellos son cuadros de  lugares  mojados, y explico la razón:  En las ciudades generalmente el color predominante es el gris medio-claro, con tal fuerza que tiende a tragarse el resto de colores.  Pero cuando el paisaje está mojado, es como si estallara una revolución del resto de los colores contra ese gris opresor, y saliera a manifestarse toda esa riqueza cromática que contienen las ciudades con sus anuncios, luces, semáforos, coches… todo ello además desdoblándose con reflejos en el suelo, y enmarcándose con esos grises que a su vez parece que luchen entre sí para multiplicarse en amplias gamas.
Por estos motivos considero a los entornos urbanos, y sobre todo si están mojados, como los espacios más ricos de color que existen para pintar.